Gres Porcelánico
El gres porcelánico es una cerámica especialmente compacta que se caracteriza por unas cualidades únicas que lo convierten en una opción cada vez más utilizada por arquitectos e interioristas.
Los suelos y paredes en gres porcelánico tienen una resistencia extraordinaria y al mismo tiempo garantizan un resultado estético de alto impacto gracias a los efectos que se pueden crear: efecto madera, efecto mármol o efecto piedra...
Los precios del gres porcelánico lo hacen ideal cualquier tipo de ambiente, desde la cocina, el baño, el salón y las zonas exteriores, ya que ofrece muchísimas ventajas con respecto a otros productos.
Gres porcelánico: características
El gres porcelánico se obtiene de la síntesis de los materiales más puros (minerales, caolín, feldespato, arcilla): la compactación se realiza sin la adición de colas y resinas pero presionando. Por tanto, el gres porcelánico se compone de un soporte, que le confiere la resistencia típica del gres, y una parte esmaltada que define su resultado estético. Sin embargo, la teja sigue siendo una pieza única y compacta.
El gres porcelánico tiene muchas ventajas. La particular resistencia de este material produce una alta impermeabilidad a la suciedad y las heladas. Todo ello garantiza una gran versatilidad al gres y una resistencia a los efectos del tiempo difícil de imitar. Veamos en detalle las fortalezas del material:
- Resistencia a la abrasión: el gres no se desgasta por roce y contacto, no se raya por pisadas o impactos de cuerpos aún más duros que los tuyos.
- Impermeabilidad: el agua y la humedad no son absorbidas por el gres que, al ser "porcelánico", tiene un coeficiente de absorción inferior al 0,5%.
- Resistencia al fuego y a las heladas: el gres es insensible a los cambios de temperatura (frío excepcional o contacto con estufas o cacerolas calientes). Perfecto para revestimientos de cocinas o suelos de exterior. Además, en caso de incendio no arde y no produce humos tóxicos.
- Estabilidad del color: Los colores son estables, no se alteran por la exposición a agentes atmosféricos (como el sol y el smog).