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Tips para colocar puertas corredizas

  • Foto del escritor: Familia Bercomat
    Familia Bercomat
  • 12 feb
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: hace 5 días

Empotrada, rústica, de vidrio o plegable: las puertas corredizas ofrecen múltiples opciones de diseño, pero no todas se instalan de la misma manera. Si estás pensando en sumar este tipo de apertura o ya tenés tu puerta y querés colocarla por tu cuenta, esta nota es para vos. 


Empecemos por lo mejor: su principal ventaja es que no requieren el mismo radio de apertura que una puerta tradicional, lo que libera metros útiles y las vuelve ideales para cocinas, lavaderos, baños pequeños o espacios integrados como livings y comedores. Además, están disponibles en una gran variedad de materiales, terminaciones y herrajes que suman al diseño general del ambiente. Eso sí: su instalación requiere planificación y puede no ser la mejor opción si buscás máxima aislación acústica o térmica.


Acá te contamos todo lo que necesitás saber para instalarlas de forma segura y eficiente.


Puertas corredizas de interior y exterior: conocé todos los tipos


Las puertas corredizas ganaron terreno en los hogares gracias a su practicidad, estética y capacidad de optimizar espacios. Y aunque muchas veces pensamos en grandes reformas para colocarlas, existen múltiples tipos que se adaptan a diferentes necesidades ¡sin necesidad de romper la pared! Desde modelos sin manijas, que priorizan la limpieza visual, hasta opciones sin marco o sin riel inferior, ideales para quienes buscan una solución más minimalista y funcional. También hay puertas corredizas con cerradura, perfectas para sumar privacidad; modelos especiales para exteriores, que resisten las condiciones climáticas; e incluso puertas corredizas para baños pequeños o interiores donde cada centímetro cuenta.


Explorá todas estas variantes y descubrí cuál se ajusta mejor a tu ambiente.


Tips para colocar puertas corredizas

Corredizas para interior


Este tipo de abertura es una solución práctica y estética que permite optimizar el espacio, separar ambientes con estilo y sumar diseño al hogar. Existen distintos tipos según su sistema.


  • Tradicionales: se deslizan a lo largo de un riel exterior visible.

  • Embutidas: desaparecen dentro de la pared al abrirse.

  • Puertas de doble hoja: ideales para accesos más amplios como comedores o livings.


En cuanto a los estilos, hay opciones rústicas, como las de madera maciza con herrajes de hierro a la vista; modernas, con terminaciones laqueadas o vidriadas; y minimalistas, que priorizan líneas limpias y materiales neutros. También se destacan las corredizas de vidrio templado, perfectas para ganar luz natural sin perder división de espacios.

Elegir la puerta adecuada dependerá del uso, el estilo del ambiente y el espacio disponible para su instalación.


Corredizas para exterior


Si lo que buscás es conectar el interior de tu casa con patios, jardines o galerías, las puertas corredizas son una gran solución funcional y estética. Hay varios tipos, cada una con beneficios específicos según el estilo de tu casa.


  • Tradicionales de aluminio o PVC: son ideales por su resistencia a la intemperie y su mantenimiento sencillo. 

  • Puertas corredizas de vidrio templado: ofrecen una vista directa hacia el exterior y permiten el ingreso de luz natural, ampliando visualmente el ambiente.

  • Estilo granero: con su estructura de madera y rieles metálicos a la vista, aportan un aire rústico o industrial, perfecto para casas de campo o estilos más cálidos.

  • Puertas plegables o tipo acordeón: como se deslizan y pliegan, son ideales para abrir grandes espacios de manera flexible.


Tips para colocar puertas corredizas

Paso a paso: cómo instalar tu puerta corrediza


Instalar una puerta corrediza puede parecer un desafío, pero con los materiales adecuados y un poco de paciencia, es un proyecto completamente realizable. El primer paso es elegir el tipo de puerta (de madera, vidrio, con marco o sin marco) y asegurarte de tener el espacio suficiente para que pueda deslizarse sin obstáculos.


Con la puerta lista, ¡pongámonos manos a la obra!


  1. Medí y marcá la altura a la que irá el riel superior.

  2. Fijá el riel a la pared con tornillos y tarugos adecuados al tipo de superficie.

  3. Colocá los herrajes en la puerta, asegurándote de que estén alineados, y colgala sobre el riel.

  4. Instalá el tope inferior para guiar el movimiento y evitar que la puerta se balancee.

  5. Revisá que el sistema deslice con suavidad, hacé los ajustes necesarios y ¡listo! Tenés una solución funcional y moderna que también ahorra espacio.


Tip de experto: si estás eligiendo una puerta corrediza, no subestimes el rol del herraje. Optar por guías y rieles de calidad no solo asegura una apertura suave y silenciosa, sino también una mayor durabilidad del sistema. Además, antes de colocar, repasá bien las medidas y nivelá correctamente la superficie: una instalación prolija hoy, evita problemas mañana.


Las puertas corredizas son una gran aliada en diseño y funcionalidad. Animate a sumarlas y transformá tus espacios con una solución práctica y moderna.


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